sábado, 7 de agosto de 2010

Sentimiento Alzado



Te amo... no lo niego, aunque no existe esa palabra en mi, ya que no es algo de este mundo, se hace ínfima con lo que siento, lo siento.
Si nosé, si tu corazón ha estado bien correspondido a la pasión que en tus ojos me ciegan a mi, que usas el uso de mi razón, perdón. De lo que creó mi libertad, de volar junto a ti, en este mismo vivir...
Llevarte al mundo soñado, al nuestro.
Donde vive el astronauta de parís, el nos guardará un souvenir, a cada uno mientras subimos los peldaños de nuestra lucha cotidiana, irrefutable injusticia mal vista, imprevista, que un día llegó para quedarse y nosé si solución exista, pero momento a momento siento vivo mi corazón en el ardor de tu piel cuando rozo y toco tus labios, y se te pone la piel de gallina y se erizan los poros en cada conexión, lealmente diferente a la del resto de la gente, no creas... si estamos dementes, este cariño efervescente, incontenible, inconsciente que ciegamente ha vivido toda pena causada, tu nacimiento y agonía, yo no quería.
Que con cada te amo tuyo, revivía y luego solo crecía, que no encuentro mis palabras propias, en esta alma cansada que vive trastornada, llega a la nada porque nada lo encaminaba, solo hablaba no demostraba, pero siempre tuve en cuenta que eras tu quien me amaba, tu incondicional, mi pequeña angelita espiritual.
Nos enseñamos el amor en este gran caudal, transversal, hacer el amor contigo nuestro privado ritual, uniendo nuestro corazón a lo esencial, acariciando tu piel sabor a miel con avena, y caer con esos ojos que mi amor llena, sino la luz de tu aire me sobrelleva, porque yo también te amaba y lo sigo haciendo, pienso minuto a minuto, es lo que siento por ti, perdón, no miento, lo siento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario